Este artículo ofrece consejos prácticos y recomendaciones para almacenar y conservar alimentos de larga duración en tu despensa, para estar preparado ante situaciones de emergencia y desastres naturales.
En situaciones de emergencia y desastres naturales, tener una despensa bien abastecida con alimentos de larga duración puede ser crucial para la supervivencia y el bienestar de tu familia. A continuación, te proporcionamos consejos y recomendaciones sobre cómo almacenar y conservar adecuadamente estos alimentos en tu hogar.
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Selecciona los alimentos adecuados: Los alimentos no perecederos son los más adecuados para almacenar en situaciones de emergencia, ya que tienen una vida útil más larga. Algunos ejemplos incluyen alimentos enlatados, granos secos, alimentos deshidratados y liofilizados, barras energéticas y proteicas, y alimentos envasados al vacío.
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Revisa las fechas de vencimiento: Asegúrate de revisar y rotar regularmente los alimentos almacenados en tu despensa. Aunque los alimentos no perecederos tienen una vida útil larga, no duran para siempre. Descarta cualquier alimento que muestre signos de deterioro, como abolladuras, abombamientos, fugas u olores desagradables.
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Almacena los alimentos en un lugar fresco, seco y oscuro: La temperatura, la humedad y la luz pueden afectar la calidad y la vida útil de los alimentos almacenados. Mantén tu despensa en un área fresca (entre 50 y 70 grados Fahrenheit, o 10 y 21 grados Celsius), seca y oscura para conservar tus alimentos en las mejores condiciones posibles.
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Utiliza recipientes herméticos: Almacenar los alimentos en recipientes herméticos puede ayudar a prevenir la entrada de humedad, insectos y roedores. Los recipientes de vidrio, plástico o metal con cierres herméticos son ideales para mantener tus alimentos seguros y frescos.
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Organiza y etiqueta tus alimentos: Organiza tu despensa de manera eficiente, agrupando los alimentos por tipo y asegurándote de que los productos más antiguos estén al frente y los más nuevos en la parte posterior. Etiqueta los alimentos con la fecha de compra y la fecha de vencimiento, para llevar un control adecuado y facilitar la rotación.
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Mantén un inventario: Lleva un registro de los alimentos que tienes almacenados, sus fechas de vencimiento y las cantidades. Esto te permitirá saber cuándo necesitas reemplazar o rotar los alimentos, y asegurar que siempre tengas una despensa bien abastecida en caso de emergencia.
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Planifica las necesidades nutricionales: Al seleccionar los alimentos para tu despensa de emergencia, asegúrate de incluir una variedad de alimentos que proporcionen suficientes proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales. También considera las necesidades dietéticas especiales de los miembros de tu familia, como alergias o restricciones alimenticias.
Siguiendo estos consejos, podrás